28.10.19


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Ἂν ἔτι μίαν μάχην νικήσωμεν, ἀπολώλαμεν

“Otra victoria como esta y volveré solo a casa” dijo Pirro , rey de Epiro

Quisiera tener fe, ya que la confianza me la han matado. No puedo confiar en l@s aliad@s de la explotación, la corrupción y el señalamiento. No puedo confiar en l@s oportunistas y l@s que cambian de discurso como cambian de camisa. No puedo confiar en el señalamiento condenatorio a posturas o pensamientos. La fe que las iglesias y sus lacayos cooptaron para el lucro y el servilismo debería prevalecer en la humanidad, en sus sociedades participativas. Pero cuando la participación está sometida al interés o a la estrategia se torna turbia y peligrosa. Quisiera tener fe en que las palabras de la alcaldesa electa son honestas y que realmente va a trabajar  en pro la ciudad y por el país. Quisiera creer que verdaderamente va a desmontar las trampas de explotación, que detenga la kilo-métrica estafa que Peñalosa montó, que se ocupe del bien estar de la gente y no del de las empresas….
Nunca se sabe cuanto cuesta una batalla:  se sabe como la sobre valora el triunfador y a menudo se conoce el demerito que de ella hace el perdedor; y ¿los del medio?... La definición de los costos siempre depende del interés de quien los mide. Siempre hay carne de cañón: a unos los tildan de héroes y a otros villanos, pero mientras se siga alimentando la obtusa actitud de batalla, perdemos todos.
Uno de los analistas de noticias uno señalaba como la campaña de la alcaldesa “reorientó su campaña”, evitando caer en la confrontación y la descalificación. Si este hecho es real y no una simple estrategia tal vez si se haya ganado algo… si, como lo indican actitudes previas, sólo es un disfraz de oveja para otro lobo neoliberal… perdimos mucho más de lo que ganamos; si los mentirosos se esconden entre los tibios es posible que realmente lo que se dio fue una derrota… Ojalá nuestra alcaldesa electa piense antes de calcular y perciba antes de proyectar. Ojalá Robledo, Mockus y demás entusiastas no se limiten a ejercer de sanedrín; su función no es el poder, es regular, desmontar privilegios y generar oportunidades… para todos, y en especial para todos los que han sido abusados desde hace más de quinientos años.  Hay cambio si se cambian los paradigmas; hay cambio si se desmontan los mecanismos de opresión…. Si nada de esto cambia, se podría acuñar una expresión más triste aún que la de “victoria pírrica”.

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